Como me gustaba esto!


El tubby 3 me partía la cabeza, y recortaba la boca para luego hacer mi agenda con el nombre del enamorado de turno...ji,ji,ji (no eran muchos los principes azules en aquella època.Pero duraban poco cual suspiro)

EL Naranjú era lo casi obligado a la salida del colegio...Y ojo, siempre el de naranja y no solo uno.Dos, o tres de reserva para la noche.

Y finalmente las mielcitas...TODAS! absolutamente todas me fascinaban.
Vaya catarsis la del día de hoy...y todo porque me antojé de una gallinita que a la vuelta del kiosco de casa no encontré.